El Reiki, Kisetsu y Japón
Las raíces espirituales
El Reiki nació en Japón, aunque por circunstancias históricas creció y se expandió sobre todo en Occidente. Aun así, para comprender su profundidad es casi imprescindible sumergirse en las fuentes que lo inspiraron: el sintoísmo, el budismo zen y la espiritualidad japonesa, tan íntima, tan silenciosa, tan consciente de la belleza efímera de la vida.
El nombre Kisetsu es un homenaje a esa tradición. Significa “estaciones” y simboliza el camino espiritual que recorremos atravesando ciclos sin inicio ni final. Un tránsito continuo, lleno de presencia y de la belleza que se revela a quien sabe mirar. Jordi lo escogió tras su primer viaje a Japón, después de comprar un pequeño libro en Kioto titulado La menta japonesa.
Maestría de Reiki en Japón
Después de varios viajes, Jordi sintió que debía —y quería— llevar a sus alumnos a conocer ese Japón tan especial: el Japón rural, espiritual y folclórico; el Japón de Usui Sensei. Ese Japón que explica el Reiki sin necesidad de palabras.
Y, por supuesto, Kurama: la montaña sagrada donde Usui Sensei, tras un retiro y ayuno de veintiún días, alcanzó la realización que lo impulsó a crear lo que hoy conocemos como Shin Shin Kaizen Usui Reiki Ryōhō, la escuela original del Reiki.
Cada año, en primavera o en otoño, Kisetsu organiza una formación de Maestría de doce días en ese Japón que Jordi tanto ama. Con calidez, entrega y pasión, enseña en templos, santuarios y lugares sagrados, mientras quienes lo acompañan emprenden un camino que transforma para siempre.
